- Villanueva tuvo su origen entre los años 1.348 a 1.360, pero su territorio ya estuvo densamente poblado en la antigüedad, en tiempos del Calcolítico y durante los períodos tardo romano y visigodo, prueba de ello es la gran cantidad de vestigios arqueológicos que ha legado nuestro devenir histórico, y que en un futuro se podrán contemplar en el Museo Histórico Local, todo un lujo para los amantes de la cultura material de civilizaciones del pasado.
- La villa actual surgió en los primeros años del siglo XV con el nombre de Encinaenana (debido a la presencia en este lugar de dicha planta arbórea).
- Su fundación habría sido debida a vaqueros de Pedroche establecidos en ella desde comienzos del siglo XV.
- El actual nombre de Villanueva de Córdoba surge a finales del siglo XV (1.499). Parece ser que en algunos momentos se conoce como Villanueva de la Jara por su proximidad a la dehesa del mismo nombre, lo que ha hecho que nuestro gentilicio sea el de "Jarote", Villanueva de Córdoba recibió de Carlos I y de su madre doña Juana el título de villa el 18 de abril de 1.533, siendo su población de algo más de 1.000 habitantes.
- Estos primeros habitantes se dedicaron a la agricultura, con especial interés por los viñedos (dada su importancia en el mercado no sólo local, sino nacional e incluso internacional).
- De la importancia que tuvo esta actividad agrícola nos quedan vestigios de la nomenclatura de algunas de sus cales como Parralejo o Cepas.
- Es probable que en el lugar existieran ya algunas viviendas, se baraja la posibilidad de la existencia de una pequeña comunidad morisca, puesto que se encontró en la calle Ventura nº 7, en el antiguo carmino de Armillat, una inscripción funeraria en una piedra, que data de 912 escrita en árabe, aunque este punto no ha sido comprobado.
- Desde sus orígenes Villanueva de Córdoba perteneció a la jurisdicción de las Siete Villas,(Alcaracejos, Añora, Dos Torres, Pedroche, Pozoblanco, Torrecampo y Villanueva de Córdoba) siendo por lo tanto una villa de realengo, salvo un breve período de tiempo en el S.XVIII en el que perteneció a los marqueses de El Carpio.
- Museo de Historia Local: Actualmente se encuentra en el edificio de la Audiencia, pero su ubicación definitiva será la antigua estación de ferrocarril. En él encontramos restos desde el paleolítico, destacando el rico calcolítico que se encuentra en toda la comarca.
- Villanueva de Córdoba en 1.771
Si un viajero procedente de Córdoba quisiera andar el perímetro de la Villanueva de 1.771, entraría en el poblado por la calle Cuartel (actual Córdoba), y giraría a la derecha, llegando a la Plaza de la Estrella (antiguo abrevadero), prosiguiendo por el Peñascal, Plazoleta de Velasco (Compositores Ochoa) y la calle Pérez (María Cristina). El callejón Largo (Sol) y el de los Mazacotes (San Blas) estaban deshabitados. Desde la calle Pérez giraría a la derecha, por la calle Empedrada (Canalejas), llegando a la Fuente Vieja. Aquí Villanueva se extendía un tanto al oeste y el viajero subiría el Cerrillo de la Nieve (Nieve) para llegar a la Cruz de Piedra y continuar por el Callejón Torcío (Castillejos) buscando el camino de Torrecampo. Al llegar a la calle Casas Blancas proseguiría al este por Fuente y Egido, para cruzar las calles Pedroche y Pozoblanco y por las calles Palma y Viveros llegar a la Fuente Grande, donde Villanueva también se extendía un tanto en esa dirección. Nuestro viajero, para continuar su paseo por el perímetro urbano, debería proseguir desde la calle Viveros por la calle Dehesillas (Juan Ocaña); podría ver, seguramente, los edificios que se estaban construyendo en la que llamaban entonces la calle Nueva de las Dehesillas (Torno Alta a partir de 1775); proseguiría por la Cruz Chiquita y el poco habitado Callejón de la Porra (María Jesús Herruzo), para llegar al final de la calle Alto del Santo (San Sebastián), y comienzo de la de Cuartel (Córdoba), donde comenzó su paseo. - Se trataba de una gran superficie (unas 46 hectáreas), pero hay que considerar que dentro de los límites descritos existían grandes zonas sin edificar: por ejemplo, el perímetro comprendido entre el Callejón de Pata Palo (Quevedo), Callejón del Moral, Cerro, comienzo de Juan Blanco, Calle Coloradas (Bailen) y Egido, donde en el siglo XX se trazó la calle Olivo y el convento e iglesia de Cristo Rey. En el Callejón del Horno (calle Rey) apenas si había 4 ó 5 edificios, y pertenecía al camino desde la calle Torrecampo y proseguía por las actuales Perito y Génova a los predios del Calvario.